Erika & David

La boda de Erika y David en mayo fue una celebración llena de tradición, elegancia y amor. Desde los emocionantes preparativos rodeados de familiares y amigos, hasta el ritual polaco de compra con vodka que simboliza la unión de las familias, cada detalle contribuyó a un día inolvidable. La ceremonia religiosa en una moderna iglesia en Móstoles y las fotografías de pareja en el encantador jardín de la finca completaron la jornada, capturando la esencia de su amor en un entorno natural y sofisticado. La combinación de rituales tradicionales y momentos íntimos creó una experiencia única y memorable.

Los preparativos de Erika para su gran día se llevaron a cabo en un ambiente cálido y acogedor, rodeada de su familia y amigos más cercanos. En una habitación elegantemente decorada, Erika y sus seres queridos se dedicaron a los últimos toques antes de la boda. La luz natural que entraba por las ventanas realzaba la belleza del momento, mientras el entusiasmo y las emociones llenaban el espacio. Cada detalle, desde el vestido hasta los accesorios, fue cuidadosamente preparado, creando una atmósfera de anticipación y alegría.

Antes de la ceremonia, Erika y David participaron en un tradicional ritual polaco conocido como «kupno z wódką» o la compra con vodka. Este antiguo ritual implica que el novio y la novia visiten a los padres de la novia para pedir su consentimiento y recibir una bendición para su matrimonio. Durante esta visita, se ofrece vodka como símbolo de respeto y celebración, y se comparten brindis para desear buena fortuna a la pareja. Este gesto, cargado de tradición y significado, une a las familias y marca el inicio oficial de la celebración.

La ceremonia religiosa de Erika y David se celebró en una moderna iglesia en Móstoles, un espacio que combina elegancia contemporánea con un ambiente espiritual profundo. Rodeados de amigos y familiares, la pareja intercambió votos en un marco de serenidad y solemnidad. La arquitectura moderna de la iglesia, con su diseño minimalista y luminoso, proporcionó el escenario perfecto para este momento sagrado, añadiendo un toque de sofisticación a la ceremonia.

La sesión de fotos de Erika y David tuvo lugar en el hermoso jardín de la finca, donde la belleza natural del entorno complementó su amor. Con el sol brillando suavemente sobre el césped y las flores en plena floración, las imágenes capturaron la conexión íntima y la alegría de la pareja. Las fotografías, tomadas entre senderos floridos y zonas ajardinadas, reflejan la elegancia y el romanticismo del momento, inmortalizando su amor en un entorno idílico.